La actual crisis económica, más larga y
profunda de lo que todos esperábamos, nos está haciendo replantear casi todos
los principios de la actividad económica.
La mayoría de los gobiernos de los países de
la zona euro están aplicando agresivas políticas de austeridad, lo que conlleva
grandes sacrificios para los ciudadanos. Si a ello unimos el trágico problema
de paro en España, ese sufrimiento se hace más palpable.
Son muchas las voces que reclaman hace tiempo
políticas de crecimiento. El consumo interior se ha resentido tanto que no consigue
arrastrar hacia el inicio del crecimiento.
Con esta coyuntura, todos coincidimos en
destacar la necesidad de fomentar la actividad emprendedora. La figura del
emprendedor adquiere la forma de la pequeña unidad económica que puede ir
creciendo y que de manera agregada pueda hacer renacer el crecimiento.
Pero no es nada fácil emprender en nuestro
país. Las ayudas de las que todos hablamos pocas veces se transforman en
realidades y el proceso inicial depende en gran medida de la creatividad y entusiasmo del propio emprendedor.
En este punto, las TIC representan la herramienta
más importante para el inicio de la mayría de nuevos proyectos. En los actuales
mercados en los que hay muchas veces un execso de oferta y la demandada está contraída,
las innovaciones que aportan las TIC representan una posible vía a nuevos
negocios.
Pero no hay que olvidar que el negocio
digital, ante todo, ha de poder ser un negocio. Es decir, cualquier e-business
ha de ser rentable más temprano que tarde. De ésta manera, la inversión inicial
se recuperará y la viabilidad del negocio podrá encaminarse hacia un futuro a
medio y largo plazo.
Las reglas básicas de una empresa “on line”
son prácticamente las mismas que en una organización tradicional de la economía.
Por mucha innovación tecnológica que queramos aplicar, hay que tener un modelo
de negocio, basado en un producto que pueda cubrir determinadas necesidades de
los potenciales consumidores. Y para desarrollar todo esto, hay también que
contar con el equipo humano adecuado, por muy pequeño que sea inicialmente.
Si el modelo de negocio que planteamos no está
pensado en la venta de algún producto y pretendemos sobrevivir sólo con la
publicidad que genere el volumen de visitas, habrá que tener en cuenta que
necesitaremos un volumen muy alto de inserciones publicitarias. Y en la coyuntura
actual será muy complicado.
Por ello es muy importante testar el modelo
de e-comerce antes, segmentar de manera correcta el mercado, intentar
diferenciarse de los competidores y conocer bien los canales de comunicación y
distribución para poder ofrecer una experiencia de compra correcta.
Efectivamente, el e-business es el principal
medio de innovación para los emprendedores, pero hay que recordar que más del
70% de las nuevas empresas fracasa antes de los 5 años de vida. Por ello es
básico añadir a la base tecnológica un buen análisis de marketing.